Libertad y responsabilidad
Entendemos la libertad como el derecho de la persona a actuar sin restricciones, siempre que sus actos no interfieran en los derechos de otras personas. Las niñas y niños gozan de un amplio margen para poner en práctica las actividades que necesitan para su propio desarrollo. En contrapartida, el ambiente también les exige un grado de responsabilidad acorde al nivel de desarrollo y al grado de libertad del que disfrutan.
Inclusión
Consideramos este valor como aquel que incorpora las diferencias individuales como enriquecedoras de un grupo de personas. Incluir comunica el sentimiento de pertenencia a un grupo y el desarrollo de un sentido de comunidad. La inclusión acoge a la diversidad (cultural, sexual, física, funcional y lingüística) en todos los ámbitos de la vida.
Respeto
Contemplamos el respeto hacia el niño y la niña y hacia su ritmo, estilo y proceso de aprendizaje. Se trata de un valor intrínseco entre todos los sectores de la comunidad educativa que favorece las relaciones humanas cultivadas desde el amor.
Solidaridad
Enseñamos a los niños y niñas a trabajar en equipo, a compartir, ceder, respetar y convivir con otras personas, evitando el individualismo y el egoísmo. Otorgamos especial importancia a ser capaces de contemplar las necesidades de la otra personas, además de las propias, como base de un clima armonioso y relajado.
Honestidad
Entendemos este valor como una actitud congruente ante la vida en el que pensar, sentir, hablar y actuar se sincronizan lo que nos lleva a tomar conciencia y decisiones que nos acercan al bienestar personal.
Confianza
Entendida como una hipótesis sobre la conducta futura del otro. Es una actitud que concierne el futuro, en la medida en que este futuro depende de la acción de un otro. La confianza entre las partes es un valor indispensable para el desarrollo del proyecto educativo por lo que es importante trabajar en un marco de confianza mutua.
Humildad
Entendemos la humildad como el conocimiento de las propias debilidades y limitaciones así como la importancia de actuar en consecuencia. Ello nos permite admitir una equivocación, compartir los conocimientos aprendidos y reconocer los talentos de otras personas.